Mucho, a veces, es poco



Sí. Así es.
Mucho, a veces, es poco.
Mucho es poco para describir el tiempo que llevaba sin pasarme por aquí.
Mucho es poco para describir cuánto lo echaba de menos.
Pero, sobretodo, mucho es poco para describir cuánto lo necesitaba.

Los cambios, el trabajo, el período de adaptación y las mil y una (más unas cuantas más) responsabilidades que me han ido surgiendo en los últimos meses, han impedido que pudiera dedicar todo el tiempo que me gustaría a esto.
Al blog, a vosotros, a los dulces, pero sobretodo a mí misma.
Que, al fin y al cabo, viene siendo un poco lo mismo.

(...)

Viernes. 19:00h de la tarde y el cuerpo a medio gas.
Indudablemente las fuerzas que me quedan después de una semana de duro trabajo no me dan para salir a correr. Tampoco para subirme a la bici. Pero sin duda, si para agarrar un bol y unas varillas.
Y unos cacahuetes por aquí y unos cuantos pedacitos de chocolate por allá, surgió la magia.

Y, de este modo, con el calorcito del horno y Sinatra cantando "I´ve got you under my skin", me dejé llevar y, por un ratito, volví  a ser yo.

Ingredientes:

- 90gr de Mantequilla derretida
- 100gr de Azúcar glas
- 1 Huevo mediano
- 20ml de Leche
- 100gr de Harina
- Pedacitos de chocolate
- Cacahuetes

Preparación:

1. Derretimos la mantequilla y, acto seguido, incorporamos el azúcar glas. Una vez integrado por completo, incorporamos también el huevo.

2. Añadimos la leche, mezclamos y añadimos la harina.

3. Una vez que la masa está completamente homogénea, añadiremos trocitos de chocolate negro y cacahuetes en cantidad al gusto, aunque sin pasarse, claro.

4. Con la ayuda de una cuchara iremos depositando pequeñas cantidades de masa sobre papel de hornear, dejando un espacio considerado entre galleta y galleta para que éstas no se peguen unas a otras durante el horneado.
Para que todas salgan del mismo tamaño, yo he utilizado una cuchara medidora, la cual me ha ayudado a establecer una cantidad de masa fija para cada galleta.

5. Llevaremos al horno, previamente precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo, y dejaremos que se hagan durante aproximadamente 15 o 20 minutos o hasta que veamos que están los suficientemente doradas.



Y con esta receta facilona que endulzará vuestra tarde de domingo me despido por hoy.
No sin antes prometer que intentaré pasarme por aquí todo lo que pueda y más. Al fin y al cabo, no sería yo misma si no aprovechase las lluviosas tardes de otoño para ponerme a bailotear espátula en mano junto al calor del horno.
Os escribo pronto! Hasta entonces os echaré de menos. 
A vosotros, y a mi.

"Si quieres que alguien corra una milla en 4 minutos, no le persigues. No le das algo de lo que huír.
Le das algo hacia lo que correr."

No hay comentarios:

Publicar un comentario